martes, enero 09, 2007

en calma

Por el momento, en calma, que más se puede pedir!.
No puedo dejar de explicarme en este sitio. Algunas de mis entradas anteriores eran reflejo de la preocupación por lo desconocido.
En los últimos tiempos me he dedicado, con más intensidad que a cualquier otra cosa, a aprender cómo vencer la preocupación por el malestar.
Tenía (sigo teniendo, cómo presumir de lo contrario) diversos frentes abiertos. Algunos venían de antiguo, otros más bien como resultado de la transición actual.
Poco a poco voy conociéndolos, levantando el mapa del terreno, conociendo la orografia, para delimitar el territorio hacia donde poder caminar sin heridas profundas.
No aspiro a demasiado, no aspiro a salir indemne. Sería aburrido, monótono, sin color. Pero sí pretendo llegar a algún sitio sin quedarme atrapada por algún lastre excesivo.
Se aprende sedimentando vivencias. Buenas y malas.
He empezado a identificarlas. Es un paso importante para mirarlas a la cara y aceptarlas.
Aceptándolas y entendiéndolas se perdona. Y ahí creo que empieza lo bueno!

Y una importante observación para las mujeres que puedan leer esta página.
Teníamos identificados los cambios de la adolescencia (físicos y emocionales). Hay que asumir también una segunda transición.
Nuestro cerebro, nuestro cuerpo tienen un segundo estado de cambio que puede durar tanto tiempo (en años) como el adolescente. Es en esa transición, si no le hacemos el debido caso o no la conocemos bien, que podemos enfrentarnos a desazón y algunos disgustos. Importante ser consciente. Yo estoy en aprender a convivir con esta nueva fase.

No hay comentarios: