viernes, enero 19, 2007

crónica de un semana

Otra semanita intensa y frenética! Ha pasado de todo en todos los frentes abiertos, y aunque sensible, salgo poco "perjudicada". De todos modos necesito escribir, desfogarme, soltar lastre y comentar lo positivo y lo negativo.
Noticias del mundo: cada dia peor. No compraré el periódico. Leer los titulares cada mañana me pone como una moto.
Lo de la "prueba de pedigree" para la integración de los emigrantes me deja sin palabras!!! Aunque querría, todavía no me resbalan las cosas. Tendré que aprender a vivir sin radio y sin noticias! En el ritual del café matutino en casa, antes de salir, me sale como un tic lo de enchufar la radio (-si, enchufar porque si la dejara a pilas se me olvidaria comprarlas y ya podría tirarla por desuso-). Tendré que dejarlo. Supongo que escribo esto porque esta mañana el cabreo ha sido mayúsculo. Estan todos locos. Ese mundo no es el mío. Nunca hemos creado nuestra república de Redonda, cualquier dia de éstos la monto. Sin reglas, sin normas, sin reglamentos...., sobretodo sin reglamentos ;-)

Recuperando amigos: Me he propuesto no perderme ni una de mis relaciones personales. Ayer fue un buen día. La comida de ayer con los compañeros de ac demuestra que no todo está perdido, hay buena gente aunque encontrarla sea esforzado. Risas, chafardeos, complicidad, todo sigue como antes, a pesar del tiempo transcurrido. Por la tarde, otra recuperación: hacía más de tres años que no nos veíamos. Una muy buena amiga, le debo muchos consejos, ella me envió a la persona que más me ha ayudado. A partir de ahora la comunicación entre nosotras se recupera. Ayer fue la prueba de que cuando uno se quiere nunca se rompe. Fué sencillo volverse a encontrar.

Mi espacio laboral corre peligro! Por una vez que había encontrado un espacio diáfano, soleado y con jardín.... Habrá que resignarse.

La sensación más intensa de la semana: Mi padre está mal. Supongo que escribo esto para desahogarme. Anteayer noche fuí a dormir con miedo. Me pareció que no iba a pasar de esa noche. Nunca antes lo había visto tan débil. Desajuste de hierro, potasio o vete a saber tú que! No hay quien pueda con los abuelitos de carácter. Decide que no come y no puedo convencerlo. Le respeto, quiero que viva pero no puedo imponerle nada. Parece que se está dejando morir. Me da la sensación que esto se acaba y me pasa por la cabeza nuestra vida.
Todo lo bueno que me ha traspasado. Lo que me gusta de mí, se lo debo a él. Hombre valiente, libre, curioso y respetuoso. Me siento orgullosa de ser su hija.
Seguramente la vida me da el privilegio de tener tiempo para estar cerca de él y decirle que le quiero, que presumo de padre y que la semilla de sus valores la ha dejado muy dentro de mi. Voy a quedarme con esta idea, todo duele, pero hay que aferrarse a las pequeñas cosas positivas. Será mejor así.

¿Hacia donde más van mis reflexiones? ¿Cual es -casi podría jurarlo- mi película favorita? Blade Runner, por supuesto. Un shock en su tiempo. Emocionante el día que construí las relaciones entre Blade Runner y Frankenstein. Generé un buen debate en la asignatura el día que lo comentamos.
Fue bonito darse cuenta que en el último tercio del siglo XX alguien recupera el espíritu de la búsqueda de la bondad entre el miedo que generaron el maquinismo y la ciencia del XIX. Ese ser terrible, producto de la ciencia, podía ser bondadoso y abrir una luz de esperanza en el mundo de los pobres de la tierra.
Así pues ....la guinda de la semana: las casualidades (o no) son bien curiosas!!! Hace unos meses, ya me pareció increible!! O quizá no tanto, las cosas son como son y todos acabamos reconociendo valores parecidos en las personas con las que nos juntamos.

Y mi pre-menopausia? parece que hace unos días que no da la lata. Disfrutaré de la tranquilidad!
Intenso, no? A pesar de todo, con todo en la mochila, sigo adelante!

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