lunes, octubre 30, 2006

¡UN BUEN LIBRO!

Estos días han ido dedicados a la lectura -con las pausas requeridas por las "obligaciones habituales"- de un libro MUY interesante.
El título quizá echa para atrás (no es el único caso, recuerdo ahora mismo el que me regalaste hace un año "La conjura de los machos" -menudo título!-).
En este caso, lo salva el subtítulo.

- - - -
"Así como los Estados modernos omniordenadores y omniclasificadores no podían tolerar a los "hombres sin amo" y así como los imperios modernos en expansión y ávidos de territorios no podían tolerar la tierra "sin dueño", los mercados modernos no toleran de buen grado las "economías de no-mercado": un tipo de vida que se reproduce a sí misma sin dinero que cambie de mano.

Para los teóricos de la economía de mercado, ese tipo de vida no cuenta y, por lo tanto, no existe. Para los practicantes de la sociedad de mercado, constituye una afrenta y un desafío: un espacio aún no conquistado, una flagrante invitación a la invasión y la conquista, una tarea inconclusa que reclama acciones inmediatas".


"AMOR LIQUIDO.
Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos"
Zygmund Bauman. FCE 2005.
- - - -
Interesante no?
Y no menos interesante, lo que sigue en "comments", extraido de una entrevista a Bauman. Allá va, para la reflexión de cada quien que quiera leerlo.

1 comentario:

maiaviena dijo...

"Las instituciones políticas heredadas de los tiempos en que el poder y la política estaban al nivel del Estado-nación moderno se mantienen atadas a una localidad exactamente como antes, sin la posibilidad de resistir -y ni qué hablar de controlar- las presiones de lo poderes globales. De esta manera están imposibilitadas de desempeñar sus papeles tradicionales y los ceden a las fuerzas del mercado o las dejan abiertas a la iniciativa y a la responsabilidad individual. El resultado final es el sentimiento generalizado de que cada uno de nosotros está por las suyas, de que nada se gana uniendo las fuerzas y preocuparse por una buena sociedad es una pérdida de tiempo: es el debilitamiento de la solidaridad social con la consecuente fragilidad de los lazos humanos".


¿Cómo influye esto en nuestra búsqueda de la felicidad?

-La nuestra es una sociedad crecientemente individualizada, en la cual el ser competitivo, más que solidario y responsable, es considerado clave para el éxito. Y dado que la felicidad de larga duración, la felicidad que crece en el tiempo gracias a su cultivo cuidadoso y paciente, es concebible sólo en un entorno predecible y en el que se respeten las normas, la búsqueda de momentos felices o de éxtasis episódicos está tendiendo a reemplazarla. La felicidad es vista como momentos, como encuentros breves, más que como un derivado de la consistencia, la cohesión, la lealtad y el esfuerzo a largo plazo que sostenían la mayor parte de los filósofos modernos.

-¿Y cómo afecta a las relaciones humanas, sobre todo al amor?

Hace que las relaciones entre las personas se vuelvan de una extrema ambivalencia y ansiedad. Por un lado, en un ambiente líquido necesitamos amigos más que en ningún otro momento del pasado. Por otro lado, sin embargo, la amistad es un tango para dos y requiere de un compromiso firme y permanente, que nos puede atar las manos en caso de que la situación cambie y aparezcan nuevas oportunidades más atractivas. El problema es que esas condiciones no son las ideales para que florezcan la verdadera amistad, ni el amor."
(...)

"Nos gustan lo nudos que atan fuerte, pero que se pueden deshacer con facilidad en cualquier momento, lo cual suele ser fuente de sufrimiento, autorrecriminación y una conciencia muchas veces intranquila
(...)
Lo que nos gustaría, en realidad -dice-, es poder poner en cada relación un cartel de que se trata de un compromiso hasta nuevo aviso".