sábado, septiembre 23, 2006

a veces nos negamos a mirarnos

Hay cosas evidentes que no vale la pena ocultar.
Pero, da miedo mirar hacia el interior del pensamiento.
Lo que está claro para otros, no aparece tan diáfano ante nuestros ojos.
Sólo que, tras darle vueltas y vueltas a uno mismo buscando explicaciones -que no culpa-, de repente, se escucha una frase antes oida o se ve un comportamiento ajeno que se vuelve hacia nosotros como un espejo y te reconoces.
Sabes qué quieres, pero ahora ves que hay modelos impuestos que hacen que te pierdas.
Y no te gusta lo que ves y entiendes que quizás has podido perturbar la calma de otros.
Y si eres un poco inteligente decides que ya es hora que intentes reconducirte y crecer.

No hay comentarios: